“Sobre la figura del “padre auxiliar”

¿Por qué llamar a este ciclo Clínica de la escucha? Porque para el psicoanálisis no hay una verdad aunque haya cosas que puedan ocupar ese lugar, y también porque la cosa freudiana, como escribe Lacan, es el deseo. Cuando Freud se encuentra en París con Charcot, se abre un nuevo tiempo para la experiencia clínica. Esa manera charcotiana donde la puesta en escena de la histeria exponía ante la mirada del otro su despliegue, adquiere para Freud una dimensión reveladora ya que descubre cómo la mirada puede llegar a cegar la escucha. El gran paso freudiano será de la clínica de la mirada a la clínica de la escucha. A partir de ahí el deseo inconsciente apelará a un destinatario en la escucha del analista. Será su posición de analista la que le permita oír, cómo se organiza la historia del deseo del paciente.